martes, 24 de abril de 2007

En el 13

Este es uno de los relatos que más me han gustado de los que conforman "Política de hechos consumados".


Desde este sitio puedo ver la calle a través de la luna de cristal. El sol del mediodía parece arrebatarle la sombra a las cosas, que palidecen como descoloridas por el paso del tiempo. Pero los coches reducen, y la gente camina con paso rápido. Allá afuera, un niño de unos diez años hace muecas y gesticula con la cara pegada al cristal y el ceño fruncido, mirando hacia mí. Una mujer de mediana edad, que hasta ahora le arreglaba el cuello de la camisa a otro niño más pequeño, se dirige hacia mi observador. Lo agarra por el brazo y le da un bofetón y una sacudida -lo que ella cree que se merece. El niño rompe a llorar, arrugando el rostro.
Una mujer mayor acaba de entrar en la cafetería. Va con el brazo extendido, y pide "un duro pequeño". Con pasos cortos se aproxima hasta la barra. El camarero dice "no hay un duro pequeño", y ella da media vuelta y sale. Cuando me doy cuenta, el niño vuelve a estar enfrente de mí haciendo muecas a través del cristal. Lo miro, miro a la vieja marchar calle abajo lentamente, luego vuelvo a mirarlo. Me quedo así durante un rato. ¿Qué aspecto tendrá a los cuarenta?

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